domingo, 15 de agosto de 2010

Change! Línea C5

La línea prevista para hoy era la C4. Ya había revisado en la Red si hoy había o no servicio puesto que los festivos no funciona. Al asegurarme la web de Tuzsa que hoy se mantenía el funcionamiento de la línea pues he pensado en la excepcionalidad al ser fiesta mañana. En todo caso ya tenía preparado el plan alternativo en el supuesto que al final no hubiera bus: viajaría en la C5.

Bueno, pues mis pronósticos se han cumplido y el C4 hoy no daba servicio. Como digo, he echado mano del plan de contingencia y, al final, he explorado la C5.

Salía de casa un poco tarde para lo habitual en este cometido: las 9:45. Hoy me he desayunado con cuatro ciruelas de Villamayor (de las 12 que recolecté en total) y una pavía. He sido muy puntilloso para no beber agua antes porque ya se sabe el dicho Uncastillero, aplicable sobretodo a los cascabelillos: "Si bebes agua y comes fruta, luego cagarruta". He constatado que mis tripas no protestaban y, así, tan ricamente he salido disparado de casa.

El trayecto hasta la Plaza de Las Canteras, en Torrero lo he realizado a buena marcha. Como siempre, el paso por el Puente de la Unión me ha ofrecido una bella imagen del Pilar y La Seo al fondo y el Ebro dominando la escena. Se observaba más concurrencia en el Paseo de la Ribera, seguramente por lo adelantado de la hora.

Al llegar a San José, he comenzado a tomar fotos. La primera ha sido para el Hogar San José de las Hermanitas de los ancianos desamparados, por lo peculiar del edificio. Tanto el nombre como la estructura de la edificación nos retrotraen a tiempos pasados. No sabía exactamente a qué fechas, pero veo en "San Google" que la congregación religiosa se fundó en 1873. Tienen su propia web: http://www.hermanitas.es/historia.htm.

Después otra foto para el indicador de la hora en una farmacia. Ahora, al verla veo que ha quedado bastante original. Con el dedo ya caliente, he continuado y hoy he tomado bastantes instantáneas.

Por fin he llegado a la Plaza de las Canteras. Ha sido un buen paseo de unos 45´de duración. Ya me ha mosqueado no ver a nadie en la parada y al preguntarle a una señora muy amable, ella se ha deshecho en explicaciones para indicarme que hoy no había servicio. No obstante, para cerciorarme, he decidido esperar un poco por si venía el dichoso bus.

Al lado de la parada del C5 estaba la C1 -que va al cementerio y en la que ya viajé- con una nutrida cola de personas mayores. Unas llevaban pequeños ramos, otras charlaban tranquilamente y todas ellas, con la misión de visitar a sus seres queridos ya fallecidos.

Como yo no soy de mucho visitar tumbas, me he preguntado por los motivos que tenemos las personas para dedicar nuestro tiempo a una u otra finalidad. Está claro que en las personas el tipo motivación principal es diferente de unas a otras. Los hay con motivación de poder, con motivaciones estéticas y, como es mi caso, con motivación de logro, de conseguir metas y objetivos. ¿Por qué? Pues seguramente, se trata de una mezcla de entorno familiar, personalidad y temperamento. Estos y otros pensamientos iban y venían por mi mente, todo ello junto con la decisión de desplazarme hasta la Plaza Emperador para tomar el C5 y aprovechar el día de hoy.

Como siempre, me he metido por vías no transitadas anteriormente: la plaza Sheila Herrero, la calle Cuenca, Albacete y Cabezo Buenavista. Ésta última me ha llevado a una nueva reflexión ya que, seguro que antes de su urbanización, desde esa atalaya se divisaría un bello panorama. Ha quedado el nombre pero la vista ahora, no es precisamente original.

Después de pasar por la calle África, he cruzado el canal y me he adentrado en el "Parque Grande". Nuevas tomas de fotos de unas obras que se realizan en las inmediaciones de la estatua de Alfonso I "El batallador" y de la propia estatua y, luego, descenso por la escalinata acompañado del rumor del agua que cadenciosamente se desliza por la cascada artificial construida hace ya unos años.

El día invitaba a pasear y el Parque siempre me sorprende agradablemente. Las fuentes estaban a pleno funcionamiento y los magnolios resplandecientes. El césped bien cuidado y los rosales todavía ofreciendo sus postreras flores. Así, caminando despacio y disfrutando del paseo, he llegado hasta la parada provisional del C5.

Allí me ha tocado esperar lo suyo. Infinidad de buses con todas las numeraciones posibles han pasado por mis narices pero el que a mí me interesaba no acudía. Durante la espera he trabado conversación con un señor que iba a vender cupones de los discapacitados a María de Huerva. Se estaba desesperando -como yo- de la espera y me ha revelado el secreto de su éxito en la venta de cupones: desplazarse a lugares que estén en fiestas. "Ayer, estuve con mi hermana en Huesca y vendimos todas las series". "A ver si consigo llegar a María a la hora del vermut, porque ya se sabe que cuando la gente está alegre, es más desenfadada a la hora de probar suerte".

Quizás la peculiaridad de la parada (construido el suelo provisionalmente en madera) unida a la poca circulación de vehículos, todo ello constituía un aliciente para entablar charla entre los sufridos viajeros. En estas y otras pláticas nos hallábamos cuando, a las 12 ha llegado el bus que va a Cuarte. Ha subido un montón de gente y yo, de nuevo me he quedado esperando el mío hasta que, finalmente ha llegado. Lo he tomado a las 12:05 y el viaje ha durado unos 16 minutos.

Muy poca gente en el bus. Un chico joven leyendo un texto en un libro electrónico, preludio de lo que veremos dentro de no muchos años. Hemos pasado por el Liceo Europa y por una serie de urbanizaciones construidas a la orilla del Huerva. Hasta que hemos llegado al final del trayecto situado en la misma Fuente de la Junquera.

La primera impresión ha sido muy agradable. El lugar se ha reformado y rehabilitado y ahora está bien cuidado. Varios grupillos tomaban el sol y departían amigablemente cerca de la fuente. Un grupo de jubilados iba a comer en unas mesas habilitadas al efecto. He tomado las fotos de rigor y he dedicado especial atención al Huerva cuyas aguas bajan limpias aunque en su cauce hay muchas algas o "mantos de rana", elemento indicador de mucha materia orgánica en suspensión. Después me he dirigido al restaurante-asador La Junquera, donde he comprobado personalmente que es posible la opción de asar tu propia carne en unas barbacoas preparadas al efecto siempre y cuando consumas la bebida del establecimiento. También he visitado la terraza juvenil y bien cuidada en su interior siempre con música marchosa. Es un buen lugar al que ir para tomar un café.

Posteriormente todavía he tenido tiempo de meterme en un camino paralelo al Huerva que da a la parte de atrás de una urbanización de chalets. Un perro hipervigilante me ha dado un susto tremendo al ladrar inopinadamente.

Tenía que tomar el bus de las 12:45 y el tiempo de regreso me venía muy justo por lo que he iniciado un trotecillo, es decir he hecho footting para no perder el vehículo. He llegado de chiripa, pero no se me ha escapado.

Regreso otra vez a la civilización. Esta vez me he apeado en la parada del Auditorio y, enseguida ha aparecido un Ci2 que con gran celeridad me ha trasladado hasta el Puente de la Unión.

Volvía un poco cansado pero muy contento de la jornada. De nuevo doy por bien aprovechada la mañana del domingo.

Las fotos de la jornada de hoy en: http://picasaweb.google.com/rutaviva2/ChangeLineaC5##

2 comentarios:

  1. !!Buenos días. sr. barbado ¡¡, elegiste ayer un buen recorrido, el porte del parque grande, el cabezo, no lo tiene ningún parque, rincones de escritores, estatuas, bancos románticos, diseñado en tiempos de pamelas y talles largos; tiene algo especial pues transmite mucha paz y relajación, sería buen punto de investigación. saludos de javier..

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  2. La foto te quedo original. Si.

    Por cierto no te enfades, pero la barba no te asienta.

    Por cierto, publicar comentarios con la cuenta de google, se hace algo dificil.

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