Escribo estas líneas todavía muy apenado por la triste noticia del fallecimiento de Tomás, el padre de mi amigo Javier. Hoy, buena parte del pueblo hemos acompañado a toda la familia en esos momentos tan dolorosos. Descanse en paz pues era una excelente persona y yo siempre tuve con él una relación muy cordial.
Por mi parte -y como homenaje a Tomás- no quiero extenderme en muchas explicaciones sobre la salida del viernes día 10 de septiembre. Diré que realicé el recorrido con la línea N2 tal como estaba previsto. En realidad no hubo muchas novedades. El bus realiza un trayecto bastante amplio pues sale desde Independencia 4 y luego pasa por La Almozara, da la vuelta, sigue por el Actur y llega hasta Parque Goya II para enfilar, posteriormente por la Avenida Academia General Militar.
Realicé, como digo el recorrido sin grandes incidencias. En esta ocasión viajaba más gente en el autobús que el viernes anterior.
Sólo un señor que daba grandes voces y parecía un poco trastornado en el inicio de la línea alteró un poco la jornada de normalidad de esa noche. Yo me inhibí y no le presté atención y, enseguida, su presencia se fue diluyendo.
Incluyo algunas de la fotos que tomé. No me extiendo más. Todavía estoy un poco"tocado" por las múltiples reflexiones sobre la vida y la muerte que han pasado por mi cabeza durante el funeral y posterior enterramiento.
Gracias por el reconocimiento hacia mi padre, me quedan muchos dias tristes, pero el reconocimiento de la gente, la emoción, los cánticos y las palabras de Mosen Emilio aliviaron mucho la tristeza. Un abrazo de Javier
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